ASOCIACIÓN
SALVADOREÑA DE SOCIOLOGÍA
PENSAMIENTO LITÚRGICO
DE MONSEÑOR OSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ, ARZOBISPO DE
SAN SALVADOR (1977-1980),
EL SALVADOR,
CENTRO AMÉRICA.
“CARTAS
PASTORALES Y HOMILÍAS PROFÉTICAS PARA LOS NUEVOS TIEMPOS”.
(APROXIMACIÓN
SOCIOLÓGICA)
Lic. Pablo de J. Castro H.
El Salvador, San Salvador, 20 de
Marzo de 2015.
INTRODUCCIÓN.
Conmemorar el
XXXV aniversario de martirización del Arzobispo Oscar A. Romero es recordar con
profunda tristeza un acontecimiento que el 24 de marzo de 1980 enlutó a la
Iglesia católica salvadoreña, latinoamericana y mundial. Su próxima
beatificación como “San Romero de América” es una enorme felicidad y alegría, el
23 de mayo de 2015 será nominado “Mártir de la Iglesia Universal” por El
Vaticano del Papa Francisco. Será un gran júbilo repicar las campanas y
celebrar el próximo centenario de su natalicio el 15 de Agosto de 1917-2017.
Es un honor
científico para las Ciencias Sociales rendir un homenaje y reconocimiento a uno
de los pensadores universales en la Historia Clerical de la Iglesia en la
sociedad contemporánea. Vivió uno de los
periodos históricos más violentos en la sociedad de las décadas 1960-1970.
Alcanzó a ver y sentir el inicio de la guerra civil en 1980. Con profundo brillo
y pensamiento humano escribió su obra litúrgica y desarrolló una amplia práctica
clerical. Utilizando la memoria histórica entre presente, pasado y futuro fue
capaz de producir nuevos aportes de calidad a la educación cristiana y laica
para las nuevas generaciones. Su pensamiento litúrgico seguirá siendo un
desafío intelectual.
Las cuatro Cartas
Pastorales, Homilías, Ejercicios Espirituales y otros documentos de su
Arzobispado (febrero de 1977 a marzo de 1980) fueron escritas con mucha
maestría y conocimiento de las problemáticas concretas de la Iglesia y la
realidad. Matizó, profundizó y enriqueció de forma multidisciplinaria los
campos del saber eclesial con el saber científico. En los escritos desarrolló
conceptos y categorías de carácter histórico, político, económico, sociológico,
antropológico, cultural, ambiental y de otros saberes para explicar de forma
sencilla la doctrina eclesial aplicada a las necesidades humanas de la
población empobrecida. Este invaluable aporte en innovadoras lecciones
cristianas y científicas podría enriquecer el currículo de las Ciencias
Sociales del Sistema Educativo Nacional en todos sus niveles escolares. Con el
mismo espíritu transformador de la
Iglesia debemos potenciar sus aportes litúrgicos y científicos.
Queda otro
legado y desafío para la Iglesia de los nuevos tiempos y sus generaciones sacerdotales
y laicos: defender los Derechos humanos y luchar siempre por alcanzar la tan
anhelada Paz, Justicia y Democracia en bien de la sociedad del siglo XXI.
Estas notas van
dedicadas a recordar la memoria histórica de tan ilustre Arzobispo salvadoreño
que tomó la “Opción preferencial por los pobres” y se convirtió en “La voz de
los sin voz”. Hacemos una salvedad, nuestra intención no es descontextualizar
ni fragmentar la integralidad de su pensamiento cuando transcribimos o
parafraseamos con alguna amplitud o de forma escueta parte de su contenido en Cartas
Pastorales, Homilías o comentarios de otros autores.
1-DATOS BIOGRÁFICOS Y ESTUDIOS.
Monseñor Oscar A. Romero nació
el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, Departamento de San Miguel. Ingresó
al Seminario Menor en el mismo departamento en 1929 y al Seminario Mayor San
José de la Montaña en San Salvador en 1937. Sus estudios eclesiásticos los
continuó en Roma, Italia hasta su ordenación el 4 de abril de 1942 (Calendario
Litúrgico).
CARGOS DESEMPEÑADOS.
Su primera misa la ofició el
11 de enero de 1944 en su pueblo natal. Como Párroco estuvo en Anamorós en
1944, la Unión y San Miguel en 1947.
Se desempeñó como
Secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador-CEDES en 1967 y como
Secretario Ejecutivo del Consejo Episcopal de América Central y Panamá-SEDAC. El
25 de abril 1970 fue nombrado obispo auxiliar de San Salvador y su consagración
episcopal el 21 de junio del mismo año. El 15 de octubre de 1974 fue nombrado
Obispo de la Diócesis de Santiago de
María en Usulután y el 3 de febrero de 1977 nombrado Arzobispo de San Salvador
del que tomó posesión el 22 de febrero.
ESCRITOS Y DISTINCIONES.
Entre 1977 y
1979 escribió cuatro Cartas Pastorales. En el mismo periodo hasta 1980 escribió
más de 200 Homilías que celebró principalmente en la Iglesia Metropolitana de
San Salvador, sede del Arzobispado. Escribió sus Ejercicios Espirituales y los
discursos para recibir dos “Doctorados Honoris Causa”: el primero fue el 14 de
febrero de 1978 por la Universidad de Georgetown, Washington, Estados Unidos
(Calendario Litúrgico, 2010) y el segundo el 2 de febrero de 1980 por la
Universidad de Lovaina, Bélgica (Sobrino, 5). En 1979 es nominado por el
Parlamento de Inglaterra al Premio Nobel de la Paz y el 9 de marzo de 1980
recibe el Premio de la Paz de la Acción Ecuménica de Suecia (Ibid).
En pocos años
de Arzobispo construyó un voluminoso y monumental patrimonio con invaluables
aportes a la Iglesia local y universal y a las nuevas generaciones de
salvadoreñas y salvadoreños.
MARTIRIZACIÓN.
El 23 de marzo
de 1980 expone su última Homilía en la Catedral Metropolitana de San Salvador, su
mensaje litúrgico desató la furia desenfrenada de la
oligarquía cafetalera y la institución armada, acostumbradas a ejercer su poder
y dominación a las anteriores jerarquías de la Iglesia. El 24 de marzo
de 1980, cuando celebraba una misa en el Hospital de la Divina Providencia en
San Salvador fue Martirizado por la oligarquía salvadoreña, su enemiga acérrima.
El asesinato se enmarcó en la Doctrina de Seguridad Nacional que aplicaba el
ejército desde la década 1960. El 26 de marzo de 1980 fue el entierro en la
Catedral Metropolitana de San Salvador que terminó en una masacre con muertos y
heridos de la feligresía y pueblo participantes.
2-FUENTES TEORICAS ECLESIALES Y
PENSAMIENTO LITÚRGICO.
El 3 de
febrero de 1977 fue nombrado Arzobispo de San Salvador y durante su magisterio
episcopal profundizó y radicalizó su pensamiento litúrgico y una permanente práctica
clerical humanitaria. Desde su consagración episcopal en 1970, por decisión
personal escogió el lema “Sentir con la Iglesia” para dirigir su ministerio litúrgico
y así lo hizo siempre según sus propias palabras (Romero, 1977, 122).
Por primera vez en la historia eclesial de los dos últimos siglos de
arzobispados, fue Monseñor quien tuvo la valentía de asumir la opción por los
pobres y dar un giro fundamental en la construcción de la Iglesia para los
nuevos tiempos. El desafío más importante de su vida eclesial fue asumir la misión evangélica
de la Iglesia e impulsar su magisterio eclesial frente a múltiples retos y
acciones que demandaban las condiciones paupérrimas, marginación y violencia
institucional que sufría la población en esas décadas 1960, 1970.
En la permanente formación
sacerdotal decidió hacer suyos los proyectos e ideales del Concilio Vaticano II
(1962-1965) y las Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Medellín (1968)
y Puebla (1979) sobre la ‘Opción preferencial por los pobres´, defensa
de los Derechos Humanos y la salvación de las almas para realizar el Reino de
Dios con sus derivaciones de justicia, paz, amor y verdad.
De la Conferencia de
Medellín comprendió que:
La “violencia
institucionalizada”se implanta por una situación de injusticia estructurada y
el egoísmo. Y la Iglesia frente a esta situación de violencia estructural
condena al sistema capitalista por lo que algunos sectores dominantes la acusan
de marxista. La Iglesia condena tanto las corrientes socialistas como la
ideología liberal. Pero está dispuesta a prestar su palabra crítica a la
absolutización de cualquiera de ellas. A estas opone el interés ético propio de
su fe pues defiende los derechos fundamentales de la persona para que puedan
vivir con dignidad, justicia e igualdad (Romero, 1977, 25, 26 y ss).
Del “Documento de Puebla”
refiere que:
“A la luz de sus
enseñanzas teológicas y pastorales la Iglesia y Arquidiócesis quiere ser una
entrega oficial y confrontar las inquietudes expresadas por la situación actual
del país que se puede formular la voz y la opinión de nuestra Iglesia
Arquidiocesana. Avaladas por el magisterio continental y universal de la
Iglesia, voz y opinión, que sean una respuesta y aportación específica de la
Iglesia, en esta hora de crisis de la patria, cuando se torna un grave deber de
conciencia para todos los salvadoreños aportar ideas y orientaciones desde su
propia competencia” (Op. Cit.)
Bajo
esta influencia se convirtió en un férreo defensor de los Derechos Humanos del
pueblo explotado. Comprendió los nuevos desafíos de una Iglesia comprometida
sin dejar de ser fiel defensora de la fe en Cristo. Cuestionó las estructuras
de la iglesia tradicional y conservadora que no avanzó en la lectura de las
problemáticas de los nuevos tiempos. Ante el impacto de la creciente crisis
socio-política e ideológica denunció las contradicciones del capitalismo y el
modelo económico excluyente de los intereses populares pisoteados por el poder
de la oligarquía y su Estado.
La Arquidiócesis, fiel al Evangelio “pone todo su poder institucional y profético al servicio de los desposeídos y débiles sin ser partido político o agrupaciones equivalentes. Por lo contrario, ofrece al pueblo un mensaje de unidad, esperanza y amor” (Ibid).
3-HISTORIA, GEOPOLÍTICA Y DESAFÍOS DEL ARZOBISPADO.
¿En qué sociedad le tocó vivir a monseñor en sus años de
arzobispado?
La nueva
Iglesia se construía en medio de una sociedad convulsionada por la crisis
social. Desde que inició la “conversión” con la “opción por los pobres” fue perseguida, reprimida y violentada por los
poderes de la clase oligárquica y los poderes institucionalizados del Estado y
Gobierno. No escapó de las dictaduras militares, ejecutora de la geopolítica de
la Doctrina de la Seguridad Nacional del “enemigo interno” impuesta por los
Estados Unidos en el marco de la “guerra fría”. Su función fue:
- Permanente
represión, persecución, cárcel, exilio a obreros y maestros (huelgas de ANDES
21 de Junio, 1968 y 1972). Fraudes electorales municipales, legislativos y presidenciales
(1972 y 1977). Masacres de campesinos y otros sectores populares organizados en
distintos poblados del territorio (San Agustín, Usulután-21/06/1975, la finca
Cayetana, Chinamequita y otras; estudiantes universitarios/30 de julio de
1975-ISSS San Salvador).
- El
sacerdote jesuita Rutilio Grande, que desarrollaba su obra pastoral con
familias campesinas fue asesinado junto a otras personas por miembros de la
entonces Guardia Nacional en El Paisnal, Chalatenango/12 de marzo de 1977 (Calendario
Litúrgico, 2010). Este fue uno de los primeros detonantes que enlutaron a la
Iglesia e impactó profundamente a Monseñor.
La espiral
de violencia política se profundizó durante los tres años del Arzobispado con
más asesinatos de monjas, sacerdotes, catequistas y fieles seguidores de su
iglesia.
Monseñor asumió los costos por: a) Cuestionar la práctica tradicional de
la Iglesia, que le generó muchas críticas y rechazos a sus decisiones por otros
obispos tradicionalistas. b) Denunciar la indiferencia de la opulenta clase
oligárquica terrateniente cafetalera hacia los sectores populares empobrecidos.
c) Denunciar la violencia gubernamental institucionalizada desde el Estado y el
sistema represivo de los aparatos armados, apoyados por las administraciones
estadounidenses. Y d) Criticar al movimiento popular revolucionario de masas y
la guerrilla por tomas de la Iglesia Catedral metropolitana y otras
instalaciones. Desde ahí protestaba y denunciaba cada vez que la clase
trabajadora, incluyendo sacerdotes y personal de la feligresía sufría masacres
y asesinatos.
Su ejercicio sacerdotal fue sometido a fuertes presiones al interior de la Iglesia, de los sectores dominantes y de las graves consecuencias de la crisis. Fueron los años en que desarrolló un alto nivel de conciencia eclesial y humanitaria.
4-“LA VOZ DE LOS SIN VOZ” ACOMPAÑA LA HISTORIA SOCIAL DE LA SOCIEDAD.
Con un pensamiento lúcido que reflejó meridiana claridad eclesial sobre
la realidad salvadoreña, un alto nivel de conciencia litúrgica y visión
realista escribió 4 Cartas Pastorales y más de 200 Homilías, en las que plasmó
su profundo sentido humano. La mayoría de sus escritos fueron leídos en la
Iglesia Metropolitana de San Salvador. Sentó los primeros cimientos de la
Iglesia inspirado en la “opción preferencial por los pobres” que lo convirtió
en “voz de los sin voz”.
Con mucho optimismo decía en la Homilía de septiembre de 1977: “En medio del pueblo”, que:
“Es cierto que me he andado yo por El Jicarón, por El Salitre y muchos otros cantones; y me glorío de estar en medio de mi pueblo y sentir el cariño de toda esa gente que mira en la Iglesia, a través de su obispo, la esperanza” (Biblioteca Cervantes virtual).
Así, junto a la feligresía más comprometida y pueblo en general construyó una innovadora concepción sobre la Iglesia para los nuevos tiempos:
“Los que están afianzados en la fe, esperanza y compromiso cristiano concordaban con las denuncias sobre los problemas de la realidad de la crisis político-social: sacerdotes expulsados, calumniados, amenazados y asesinados; parroquias profanadas, desprovistas de pastor, catequistas, delegados de la palabra para pronunciar su palabra de servicio a la vocación personal y social, sobre la situación socio-política, la miseria, irrespeto a sus derechos, desapariciones y muertos (Romero, 25, 26 y ss).
-Hubo voces disonantes que se disgustaban por la posición eclesial, preferían refugiarse en sus intereses egoístas y la tradición sin evolución. A estos llamaba a la conversión y cambio de actitud:
“toda conversión es difícil y dolorosa porque el
cambio que se exige no solo se refiere a modos de pensar sino también a formas
de vivir” (Romero, p. 2, 3).
5-CARTAS PASTORALES Y HOMILÍAS: MÁS ALLÁ DE LA IGLESIA
Y NUEVOS TIEMPOS.
Cada Carta y Homilía
escrita desde la realidad socio-histórica de la Iglesia y la sociedad contiene
el espíritu de los tres documentos bases de su magisterio eclesial: Vaticano,
Medellín y Puebla.
Son muchos son los
biógrafos e investigadores (teólogos, historiadores, humanistas y otros
nacionales y de muchos países) que han escudriñado a profundidad su vida, obra
y escritos.
Algunos señalan que el
lema “Sentir con la Iglesia” tiene varios significados cuestionadores a:
-“Una Iglesia
verticalista y autoritaria en una sociedad jerárquica y con poder, con hombres
ególatras, adoradores de falsos dioses como el dinero, poder, orgullo y placer”
(Sobrino y Marcouiller, 2004. cf. 5, 6, 9).
-“La Iglesia ante los ídolos del poder, ante
los idólatras del dinero, ante los que hacen de la carne un ídolo, ante los que
piensan que Dios sale sobrando, que Cristo no hace falta, que se valen de las
cosas de la tierra: ídolos. La Iglesia tiene el derecho y el deber de derribar
todos los ídolos y proclamar que sólo Cristo es el Señor”, escribió en la Homilía del 19 de junio de 1977 (Biblioteca
Cervantes Virtual, 91-92)
-Como pueblo
de Dios, “la Iglesia es cuerpo de Cristo, sacramento de salvación y signo de
comunión fraternal de los pobres, oprimidos y marginados, un pueblo de
mártires. La comprensión de Dios, que es la vida, es evolución, es novedad, que
camina con la historia del pueblo atropellado, que siente el lamento de los
campesinos, de los desaparecidos, entre ellos sacerdotes y predicadores de la
palabra. Ese es el sentir de la Iglesia consciente de los pobres en la historia,
que está historizada del movimiento de Jesús”. Además de “su fe y de creer en
el Dios del reino, de la verdad y la profecía, de la compasión, la justicia y
en el Dios de los pobres evolucionó a una posición innovadora y cambio radical”
(Sobrino y Marcouiller, Op. Cit.).
-“La Iglesia
profética no puede callar ante esas injusticias del orden económico, del orden
político, del orden social. Si callara, la Iglesia sería cómplice con el que se
margina y duerme un conformismo enfermizo, pecaminoso, o con el que se
aprovecha de ese adormecimiento del pueblo para abusar y acaparar
económicamente, políticamente, y marginar una inmensa mayoría del pueblo. Esta es la voz de la Iglesia, hermanos. Y mientras no se le
deje libertad de clamar estas verdades de su Evangelio, hay persecución. Y se
trata de cosas sustanciales, no de cosas de poca importancia. Es cuestión de
vida o muerte para el reino de Dios en esta tierra” (Biblioteca Cervantes, 142).
-“Queremos ser la voz de los que no tienen voz
para gritar contra tanto atropello contra los derechos humanos. Que se haga
justicia, que no se queden tantos crímenes manchando a la patria, al ejército.
Que se reconozca quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a
las familias que quedan desamparadas” La voz de los sin voz (Biblioteca, 192).
-“No
hay crimen que se quede sin castigo. El que a espada hiere, a espada muere, ha
dicho la biblia. Todos estos atropellos del poder de la patria no se pueden
quedar impunes” (Biblioteca, 164).
-“Dios no
camina por allí, sobre charcos de sangre y de torturas. Dios camina sobre
caminos limpios de esperanza y de amor (Ibid, 165).
6-CARTAS PASTORALES: “TRANSFIGURACIÓN DEL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO”.
La fortaleza magisterial
de su Iglesia y Arzobispado quedaron plasmadas en 4 Cartas Pastorales
reforzadas con las múltiples Homilías. Además de esbozar los signos de los
nuevos tiempos expresaban una comparación de dos formas de iglesia como punto
de inflexión radical y de evolución hacia una Iglesia nueva, más cristiana y
servicial al pueblo de Dios.
En el marco
de esa realidad descrita, el domingo de resurrección, 10 de abril de 1977,
Monseñor escribió la primera Carta Pastoral, fue el primer saludo y
presentación al pueblo salvadoreño como Arzobispo. La tituló: “El Espíritu
Santo en la Iglesia o la Iglesia de la Pascua” inspirada por la recién pasada
Semana Santa. En esta Carta dijo:
“Represento a la Iglesia, siempre deseosa de dialogar con todos los
hombres para comunicarles la verdad y la gracia que Dios orienta al mundo
conforme a sus proyectos divinos: la Iglesia no vive para sí misma, sino para
llevar al mundo la verdad y la gracia de la Pascua” (Romero, 1977 y Fundación,
1999).
Por la
apremiante persecución gubernamental muy pronto escribió la Homilía: “Compromiso de la Iglesia con la historia” del 16 de julio de 1977, refiriendo que:
“cambios en la Iglesia como comunicadora
del mensaje y misión eterna del Señor según los cambios continuos de la
historia. Desde la fidelidad del evangelio o Eclesiología rechaza la calumnia
que quiere presentar a la iglesia como subversiva, promotora de violencia y
odio, marxista y política. Esta Iglesia
y Arquidiócesis sometida a persecución se ofrece a Dios y al pueblo y se
presenta unida, dispuesta al diálogo sincero y a la
cooperación sana, mensajera de esperanza y amor” (Fundación 1999).
Agregaba que:
“El
cristiano tiene que trabajar para que el pecado sea marginado y el reino de
Dios se implante. Luchar por esto no es comunismo. Luchar por esto no es
meterse en política. Es simplemente el Evangelio que le reclama al hombre, al
cristiano de hoy, más compromiso con la historia “(Biblioteca Virtual Cervantes,
133).
7- CARTAS PASTORALES Y
“TRANSFIGURACIÓN DEL DIVINO SALVADOR”.
Las fechas 5 y 6 de agosto de cada año es el acto
litúrgico de la “Transfiguración (*) del Divino Salvador del Mundo” como
culminación de las fiestas patronales del Divino Salvador, Santo Patrono de la
República de El Salvador.
Es interesante interrogarse por
qué Monseñor hizo coincidir las otras tres Cartas Pastorales con el acto de la Transfiguración del Divino
Salvador.
En agosto de 1977,
escribió la Segunda Carta Pastoral titulada: “La Iglesia, Cuerpo de Cristo en
la Historia” (Fundación).
En agosto de 1978,
escribió la Tercera Carta Pastoral con el título: “La Iglesia y las
Organizaciones Políticas Populares“ (Romero, 1977).
Y en agosto de 1979 la
cuarta Carta Pastoral fue titulada: “Misión de la Iglesia en medio de la crisis
del país” (Ibid)
____________________________
(*)Según este concepto, transfigurar
significa: variación, mudanza, cambio, modificación, metamorfosis,
transformación, mutación, conversión, alteración, innovación, evolución,
progreso, avatar, transición, revolución, vicisitud, vaivén, alternativa,
crisopeya, metástasis, versatilidad, giro. Diccionario de Sinónimos y antónimos
(1990) y Diccionario Enciclopédico (1996), indica que transfiguración es hacer
cambiar de figura o aspecto a una persona o cosa P. 1416.
Debemos suponer que los
contenidos de estas Cartas escritas en esas fechas provienen de dos actos: a)
“Sentir con la Iglesia”, cuya misión en la sociedad es dar apertura a la
esperanza de conversión y salvación de la población. b) Presencia masiva de la
feligresía en la Catedral del 5 de agosto Día del Divino Salvador. Si fuera
así, las Cartas reflejan que el sentido de La Transfiguración significa
conversión, metamorfosis, transformación, giros y cambios urgentes que demanda
la Iglesia a la sociedad.
De ahí el mensaje eclesial
y llamado a la población a la conversión; también las denuncias a los poderes
de la clase dominante y Estatales que deben convertirse por los acontecimientos
convulsos de persecución, represión y asesinatos violentos que cometen.
Los adversarios hacían tres
graves acusaciones a la Iglesia:
“La Iglesia
predica el odio y la subversión; que se ha hecho marxista y que ha sobrepasado
los límites de su misión para meterse en política”. A esto contribuían las
voces “que abundan en nuestro país, radios y periódicos, que pretenden juzgar
lo que es la Iglesia, distorsionando su verdadera realidad y misión” (Romero,
1977. 33 y ss).
La Arquidiócesis formulaba
en la Cartas contundentes respuestas eclesiales a hechos y acontecimientos, muy
bien argumentadas con datos históricos, políticos, educativos, sociológicos,
antropológicos, ecológicos, humanos y otros que constituyen la verdad.
Podemos parafrasear algunos
de esos contenidos escritos por Monseñor:
El Concilio Vaticano II
simpatiza con los problemas del mundo contemporáneo: el género humano se halla
en un periodo nuevo de su historia, de cambios profundos y acelerados que se
extienden al universo entero.
La Iglesia se siente
íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia, de su relación
entre la historia de los hombres y la historia de la salvación, de la
liberación integral, de cuerpo y alma como claro signo de la presencia de Dios.
-La iglesia ha
profundizado su conciencia desde su primera Encíclica: “Eclesiam Suam” con la
que el Papa Pablo VI indica no ignorar el estado en que se encuentra la
humanidad en medio de la cual se desarrolla la misión de la Iglesia.
-Para nuestro continente,
los obispos latinoamericanos afirmaron en Medellín que el hombre vive en un
momento decisivo de su proceso histórico con anhelo de liberación integral, que
en lenguaje bíblico se traduce como “un vislumbro del siglo nuevo”.
-La Iglesia ha cambiado en
los últimos años (liturgia, formación del seminario…) y el más fundamental es
su relación con el mundo, cuestionándolo en lo que tiene de pecado, pero
también dejarse cuestionar por el mundo. Los gozos, esperanzas, tristezas y
angustias de los hombres -los pobres que sufren en nuestro tiempo- son también
para los discípulos de Cristo que guiados por el Espíritu Santo han recibido la
buena nueva de salvación.
-La falta de solidaridad
individual y social en la historia genera permanentes estructuras injustas como
la miseria considerada un “pecado social” cristalizado en egoísmos individuales
que dejan sentir su poder sobre las grandes mayorías.
-Cuando la
Iglesia solo predica la salvación eterna sin comprometerse con los problemas
reales del mundo es respetada, alabada y se le conceden privilegios. Por el
contrario, si es fiel a su misión de denunciar el pecado que lleva a la miseria
y anuncia la esperanza de un mundo más justo y humano es perseguida, calumniada
y tildada de subversiva y comunista (Romero Op. Cit. 33).
-La palabra que a muchos molesta, la liberación, es una
realidad de la redención de Cristo. La liberación quiere decir la redención de
los hombres, no sólo después de la muerte para decirles confórmense mientras
viven. No. Liberación quiere decir que no exista en el mundo la
explotación del hombre por el hombre. Liberación quiere decir redención que quiere
libertar al hombre de tantas esclavitudes. Esclavitud es el analfabetismo.
Esclavitud es el hambre, por no tener con qué comprar comida. Esclavitud es la
carencia de techo, no tener donde vivir. Esclavitud, miseria, todo eso va
junto.
-Para la
verdadera liberación de los hombres necesitamos una “profunda conversión” que
supere el hambre, la miseria y la ignorancia de quienes todavía no han
alcanzado una condición de vida digna del hombre”. (Romero, 1977. 8 y ss y Homilía,
25 de noviembre de 1977, 342).
-Siempre
estamos dispuestos al diálogo, sana cooperación y reconciliación con el
gobierno y sectores conservadores que la difaman y calumnian. Debían aclarar la suerte de tantos desaparecidos,
capturados, torturados y devolverlos a sus hogares garantizándoles su libertad.
Eliminar progresivamente las estructuras
injustas y promover los
‘hombres nuevos´ por el bien común y la creación de un orden social justo que
el país necesita (Ibid).
Estos
mensajes se complementan y amplían en las siguientes Cartas que aquí no detallamos.
En la Tercera Carta
escrita el 6
de agosto de 1978 y con motivo de la fiesta de la transfiguración del señor,
hace referencia a la Iglesia y las organizaciones políticas populares a la luz
de la Transfiguración, los diversos tipos de violencia, el diálogo, la Fe y la
salvación cristiana aplicada a la situación de El Salvador (Romero, 1977, Op.
Cit.).
La cuarta Carta Pastoral
escrita el 6 de agosto de 1979 y titulada: “Misión de la Iglesia en medio de la
crisis del país” es una contribución de la Iglesia al proceso de liberación del
pueblo desde la evangelización, la ‘opción preferencial de los pobres’ y a la luz
de Puebla y Medellín (Ibid).
Las cuatro Cartas
emergieron como la voz del pueblo, son la herencia más genuina de su
pensamiento considerado como verdadero maestro.
En ellas se abordan los temas más candentes del momento como las
idolatrías causas últimas de todos los males: el capital y la seguridad
nacional con graves consecuencias como el conflicto, la violencia, la represión
al pueblo y persecución a la Iglesia. Siempre abordó el camino de las
soluciones y favorecer el diálogo nacional como una luz en medio de la
oscuridad que daba esperanza.
En su conjunto, las cuatro
Cartas Pastorales expresan su nuevo magisterio evangélico y popular, con
carisma de diálogo y discernimiento que el señor le ha confiado en una Iglesia
al servicio del país. Llaman a todo el pueblo de Dios a reflexionar desde sus
comunidades eclesiales en comunión con sus pastores y con la Iglesia universal
sobre los temas de la realidad (Sobrino, 6 y ss).
Monseñor tuvo la sensibilidad
espiritual y la capacidad de visionar el alcance histórico que le da la razón evangélica de sus
actuaciones como arzobispo y la posición de la iglesia:
-“Esplendor de la
transfiguración y camino de nuestra historia eclesiástica y nacional“.
-“Marchar junto al “Pueblo
de Dios en su peregrinación entre las persecuciones del mundo y los consuelos
de Dios”
-“Que la feligresía sienta
esperanza y alegría de que la iglesia está cercana y participa de sus problemas
y angustias” ((Romero, 1977, p.1 y ss).
Refiriéndose a las Cartas,
Jon Sobrino (2007, 5) expresa que en el pensamiento doctrinal de Monseñor su
magisterio brilló con luz inigualable cuya temática fundamental se sintetiza en
“La Iglesia y su relación salvadora con el pueblo, tomando absolutamente en
serio la realidad histórica de aquellos tres años”.
El Sentir con la Iglesia
produjo nuevos aportes. En la Universidad de Lovaina, que lo distinguió con el
“Doctorado Honoris Causa” (2 de febrero, 1980) recalcó: “En la dimensión
política de la fe desde la opción preferencial de los pobres” aparecen los
grandes principios teológicos para comprender la realidad de la Iglesia y su
misión (Sobrino, 6).
“La Iglesia está marcada
con las señales dolorosas y gloriosas del martirio de sacerdotes asesinados,
fieles cristianos muertos o desaparecidos asesinados y de la persecución por
ser fiel al Cuerpo de Cristo, en nuestra historia no llama al odio ni a la
venganza. Por el contrario, predica el mandamiento de Jesús: “amaos los unos a
los otros” y recuerda que “hay que orar por los que persiguen y calumnian”
(Romero, 25, 26 y ss).
8-BEATIFICACIÓN:
Después de
tres décadas de su martirio, el Papa Francisco anunció el Decreto de El
Vaticano, 3 de febrero de 2015, sobre la
beatificación de Monseñor Romero en la
Plaza Salvador del Mundo en San Salvador. Su mensajero, el Cardenal Vicenzo
Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia y postulador de la
causa de Monseñor al ser entrevistado ha dicho que:
“Los
opositores que ponían resistencia para su beatificación acusaban de que la
figura de Monseñor era nociva para la unidad de El Salvador, por escoger un
bando, por filias políticas; que su mensaje y enseñanza tenía desviaciones
teológicas y había incurrido en errores sociales y por eso lo mataron”.
Una
investigación de historiadores y teólogos desvaneció esa acusación demostrando
que “la Iglesia católica era objeto de persecución. Esta situación la expuso
Monseñor en la Homilía: “La verdad es perseguida”
del 29 de mayo de 1977:
“la verdad
siempre es perseguida. Jesucristo lo dijo: Si a mí me persiguieron, también os
perseguirán a vosotros. No puede vivir la Iglesia que cumple con su deber sin
ser perseguida (Biblioteca Virtual Cervantes, 73).
Los investigadores concluyeron que Monseñor quería aplicar la Doctrina
Social de la Iglesia y no había nada que tuviera relación con el marxismo. Fue
asesinado no por motivos inmediatamente políticos, sino por seguir a una
Iglesia que había salido del Vaticano II y que el episcopado latinoamericano
vivía como una ‘opción preferencial por los pobres’.
En la Homilía del 11 de septiembre de 1977, destacó y recalcó esa opción:
“Cuando la Iglesia se llama la Iglesia de los pobres, no es porque esté consintiendo esa pobreza pecadora. La Iglesia se acerca al pecador pobre para decirle: Conviértete, promuévete, no te adormezcas. Y esta misión de promoción, que la Iglesia está llevando a cabo, también estorba. Porque a muchos les conviene tener masas adormecidas, hombres que no despierten, gente conformista, satisfecha con las bellotas de los cerdos. La Iglesia no está de acuerdo con esa pobreza pecadora” (Ibid, 216).
Finalmente, la Congregación para la Causa de los Santos en el Vaticano demostró que el asesinato fue motivado por el “odio de sus asesinos a la fe”.
Con su beatificación, el
23 de mayo en el Monumento al Divino Salvador del Mundo se declarará que
“Romero es de Todos”, es “Mártir de la Iglesia Universal” (Paglia, 2015).
La ONU ha proclamado el 24
de marzo “Día Nacional de Monseñor Romero”.
A MANERA DE CONCLUSIÓN:
-Su lema “Sentir con la
Iglesia“, y su magisterio eclesial desde el arzobispado, dieron inicio a la
Iglesia nueva, con la “Opción preferencial por los pobres” y la “Voz de los sin
voz”, como visión dieron una nueva dimensión religiosa, humanista y
visionaria para comprender los procesos
histórico-sociales.
-Su monumental legado es
educador y concientizador de valores humanos, morales, espirituales,
religiosos, educativos e históricos.
-La riqueza del pensamiento
iluminador, la palabra y obra eclesial, en Cartas Pastorales, Homilías y
disertaciones religiosas enriqueció el Objeto de Estudio de las Ciencias
Sociales con análisis multidisciplinarios, en los que se incluye la sociología
de la religión.
-Su ideario de liberación
estimuló procesos de organización de nuevos movimientos sociales o sujetos
sociales transformadores históricos de la sociedad.
-La Sociedad, inspirada en
el ideario de Monseñor Romero continuará una compleja y dolorosa transición del
cambio transformador hacia la construcción de una nueva sociedad del siglo XXI con
Paz, justicia y democracia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
-Calendario
Litúrgico (2010), “Monseñor Romero, Esperanza de las Víctimas”. XXX Aniversario (de su martirio-asesinato),
Fundación Monseñor Romero, San Salvador, El Salvador.
-
Diccionario de Sinónimos y antónimos (1990), Grupo Editorial Océano, México.
-Diccionario Enciclopédico (1996), Terranova
Editores, Barcelona, España.
-Fundación Monseñor Romero (1999), fundada en
San Salvador por Monseñor Ricardo Urioste y un grupo de personas para preservar
y difundir su memoria como verdadero Profeta. Ver también: http://fundacionmonsenorromero.org.sv/cartas-pastorales
-Marcouiller,
Douglas y Sobrino, Jon S.J. (2004), El sentir con la Iglesia de Monseñor Romero,
1ª edición, Centro Monseñor
Romero-Universidad Centroamérica José Simeón Cañas, San Salvador, El Salvador.
-ONU
( ), Proclamación del 24 de marzo Día
Nacional de Monseñor Romero.
-Paglia, Vicenzo (2015), “Romero es hoy el santo de todo El Salvador
en: periódico La Prensa Gráfica, entrevistas días 10, 11 de marzo de 2015, El
Salvador, p. 10, 12.
-Romero,
O. A. (1977), “La Iglesia Cuerpo de Cristo en la Historia”, Segunda Carta Pastoral,
San Salvador, El Salvador.
- ------------------
(2003), “Día a día con Monseñor Romero, meditaciones para todo el año”.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en: cervantesvirtual.com
o
//www.google.com.sv/ romero+para+los+jóvenes.
-Sobrino,
Jon (2007), Introducción en: Cartas Pastorales y Discursos de Monseñor Oscar A.
Romero, Centro Monseñor Romero-Universidad
Centroamérica José Simeón Cañas, San
Salvador, El Salvador.
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